lunes, 5 de julio de 2010

Ya llega "POSTALES RABIOSAS y otros juguetes inesperadamente literarios"

Empiezo a escribir y pienso con bronca que esta historia, colgada en un blog y que empieza con un mail, le podría gustar a la profesora Ludmer. Porque, se sabe, para la intelectualidad apologista de la postautonomía(1), la función de la nueva literatura (que no se deja leer literariamente) es la de usar, y dar cuenta, de las (no tan) nuevas formas de comunicación.
No contar historias, no crear personajes, no postular una poética, no: nuevas formas de comunicación.
Pero bue, qué vamos a hacer, así empezó el juego. Y la rabia.
Si leíste mi bio, acá al lado, abajo de las fotos de los libros, sabrás que durante 10 números participé de la revista Juguetes Rabiosos. Bueno, esta es, más o menos, la historia.

From: "Juguetes Rabiosos" revista@juguetesrabiosos.com.ar
CC:
Subject: propuesta
Date: Sat, 5 Feb 2005 14:15:55 -0300
Buenas sean. Mi nombre es Juan, encontré un texto tuyo (Media hora) en barcelonareview.com (también tu mail) y sino me equivoco (mejor dicho sino hay dos Enrique Ferrari escribiendo en el mismo estilo) también encontré un cuento en Sudestada. Busqué algo más en Internet y di con Un réquiem para Henry Chinaski.
Bueno toda esta enumeración de mi persecución de tus escritos es para terminar proponiéndote una colaboración para la revista que intento sacar a principios de marzo. Le he dado en llamar (con poca originalidad pero con afán de homenaje) Juguetes Rabiosos, es un intento de abrir un espacio humilde para hablar de literatura, cine, música, etc. No sé cómo te manejas con estas cosas, como ya te dije el proyecto es algo muy chico, sacada a pulmón y con ominoso destino, pero algunos números saldrán y me gustaría contarte entre los colaboradores. Espero tu respuesta si te interesa y sino, tantísimo gusto y seguiré leyéndote por donde te encuentre. Saludos, Juan.

Yo, que estaba empezando una novela, sin pensarlo mucho le contesté: ok, te mando unos cuentos y fijate si alguno te sirve.
Pero a la noche, mientras comentaba con Sol -entre las botellas y los sudores de nuestros cuerpos que se conocían desde hacía unos pocos meses- lo raro que se sentía tener lectores y lo bueno que era que alguien estuviera intentando una revista literaria, para mejor con un nombre así, se nos ocurrió que quizá, además de mandarle algunos cuentos, podía sumarme al plan rabioso nonato y mantener la mano caliente mientras la novela crecía o no.
Entonces le escribí a Juan preguntándole si había lugar para otro miembro y le mandé algunos de textos más. Su siguiente mensaje me daba la bienvenida.
Ya estábamos abordo.
Cerca de un mes después, una tarde de sábado, con el # 1 en la mano, nos vimos las caras por primera vez, en un bar de Chacarita. Estaban, si no recuerdo mal, casi todos los que serían aquella primera Juguetes que duró tres números: K-meyo, Pato, el Negro Tino, Pablito y, por supuesto, Juan y Ana. Se empezó a hablar de literatura o algo pero, promediando la segunda cerveza, el tema viró a fútbol.
Después de esos primeros tres números el proyecto se cayó. Había que barajar y dar de nuevo. Pasaron unos meses, meses en los que la amistad con Juan y Ana se fue fortaleciendo por fuera de la literatura (¿o eso pasó después?, ¿o antes?, ¿cuándo empieza a forjarse una amistad?), y al tiempo, los tres empezamos a planificar la continuidad de Juguetes. Lo cierto es que en marzo del 2006 salimos con el # 4, o el #1 de la segunda etapa, como se quiera ver.
El asunto duró casi dos años, 7 números, y pasó de todo.
Quiero decir: entrevistamos a Paco Ignacio Taibo II, el guía espiritual de la revi, con quien pasamos un sábado de cacería comprando libros usados por Corrientes; a Liliana Heker; Ricardo Piglia; Abelardo Castillo, a quien le robè dos veces la correspondencia; Andrés Rivera y a José Luis Mangieri, una tarde inolvidable de ginebra y libros en la que El Último Inmortal quiso levantarse a Ana.
Recibimos textos de Fabián Casas, Rolo Diez, Ana Ojeda, Zeki de La Gansterera, el Viejo Andrés Rivera y el Flaco Bavio.
Publicamos poemas inéditos en español de grandes amigos: Karl Marx, Ernest Hemingway, Raymond Carver y Edna St. Vicent, mientras nos peleábamos, nos divertíamos y rompíamos a cada rato las fronteras entre ficción y realidad. Porque lo más importante es que hacer Juguetes nos permitió y nos obligó a pensar la literatura -y la vida, qué mierda- de nuevo.
Qué sé yo, una aventura.
Después, por razones que nada tenían que ver con las letras, entramos en un receso, que todos esperábamos breve aunque terminó por ser definitivo. Así que, elegí algunos de los textos que había escrito, los corregí un poco y les di forma para que me los publique la Cartonera, uno de los emprendimientos socio-culturales más interesantes de los últimos tiempos.
Pasaron dos años y pico para que llegara a ser un libro. Es éste que va a salir en unos días, Postales Rabiosas.
Que no le gustaría a Josefina Ludmer, creeme.


(1) ver Josefina Ludmer, Literauras postautónomas (octubre de 2007)

3 comentarios:

  1. No he recibido información todavía. Pero estará al caer. Puedes consultarselo a Carlos o directamente a Lorenzo, a través de su página web. Muchas veces las fechas son aproximadas. Mucha suerte y te animo a participar en el Premio L´H Confidencial 2011. Un certamen muy abierto.

    Saludos desde BCN,

    José Andrés

    PD. He tenido problemas con el ordenador, envíame un mail, y te explico un poco el panorama literario.

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  2. Se me pianta un lagrimon volver a leer los artículos rabiosos. Qué jovenes éramos, negro! unos chicos, como dijo Casas.
    De la aventuras más lindas fue Juguetes y de las mejores contarte entre mis amigos.
    abrazo grande,
    juan

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  3. Por partes:
    Juano, no me hagas mariconear, que tengo que dar "hardboiled".

    José Andrés, gracias, por la respuesta y la propuesta. No participé hasta ahora del L`H Confidencial porque nunca llegué a la novela de 200 páginas. Quizá la próxima. Te escribo mañana para que me cuentes un poco y seguimos en contacto.

    A los dos,
    Salud!

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