domingo, 19 de septiembre de 2010

"Usura", Juan Mattio en Herederos del Kaos

La gente de Herederos del Kaos, publicó un Usura de nuestro amigo Juan Mattio; un cuento de amor -y de horror, claro- con aires tangueros, o sea un cuento perfecto para este blog.

Para leerlo clickeen en la foto.


¿A alguien le suena la reseña biográfica?

sábado, 11 de septiembre de 2010

LEONARDO OYOLA sobre Postales Rabiosas y otros juguetes inesperadamente literarios

(palabras de Leo en la presentación del librito)

Estaba pensando en uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos que era un poeta. Era un poeta con sus movimientos pero también con sus declaraciones: Maravilla Hagler.
Él decía: yo subo al ring y veo sangre, sea mía o la de mi adversario y me convierto en toro.
Entonces mientras leía Postales Rabiosas me preguntaba, ¿qué es lo que ve Kike que lo convierte en toro? ¿Qué ve para poder escribir esas cosas que son tan sintéticas pero tienen a la vez la contundencia de Maravilla Hagler?
Y Hagler tiene otra declaración muy linda: si a mí me parten la cabeza lo que van a sacar es un guante de boxeo, porque yo soy sólo eso: boxeo.
Pensaba que si a Kike le abren la cabeza le van a encontrar lo que él declara en su biografía: mucho Bukowski, mucho Paco Taibo, el Mompracem de Sandokán que escribió Salgari, vamos a encontrar a su Juana, a Sol, vamos a encontrar una remera negra de Motörhead y también algo de lo que decía ese loco, Lemmy, que en la vida hay una sola opción: ser quien sos o hacer lo que tenés que hacer.
Y cuando uno se sienta a escribir elige ser quien es uno. Y creo que eso es lo que Kike hace, lo que lo convierte en toro.
El premio que él ganó hoy* es muy importante, más allá de la teca que es muy importante también, porque es, junto con Postales Rabiosas y todo lo que hacemos lo que nos dedicamos a esto, como el axioma de una película de boxeo, Millon Dollar Baby, la de Clint Eastwood.
Esa película tiene una voz en off magnífica de Morgan Freeman. En un momento dado ellos aceptan entrenar a la protagonista. Entonces a medianoche ella se toma un Bondi, se va a la casa (dos horas de viaje), se va a acostar a las tres de la mañana, a las seis se tiene que levantar para ser mesera y después de vuelta a entrenar. Y el narrador dice: no existe la magia en el boxeo, la magia está en iniciar un sueño que sólo uno ve.
Yo no sé si el tema de escribir pasa por un sueño o no, pero pasa por hacer lo que sólo uno ve.
Y lo bueno es que lo podamos leer, que podamos compartir lo que sólo él ve, que ustedes lo puedan leer y ver con qué se transforma en toro.
Particularmente a mí la postal que más me gustó no es una de las de boxeo sino una de la serie desde la tribuna… Ah, porque me olvidaba, si le abren la cabeza a Kike es un almohadón de plumas, pero no por el almohadón, sino por River…
Pero, bueno, decía que la que más me gusta se llama Los inadaptados de siempre, donde hay otro tema: el enemigo de mi enemigo es mi amigo, que él lo capta bien y creo que no sólo por el arte de la guerra sino porque lo habrá visto en Alien versus Predator.
Nada más.

Leonardo Oyola
Buenos Aires, 16 de julio de 2010

* Premio Internacional de Relato Policiaco de la Semana Negra de Gijón



LOS INADAPTADOS DE SIEMPRE


Iba a ser un día histórico y rarísimo aquel partido de octubre del '92. En el marco de un torneo que nunca más se jugo y que terminó a duras penas, la Copa Centenario, se enfrentaban River y Boca, en el Chiquero. En una época dominada por los triunfos de la Mugre en los superclásicos aquel lo iba a ganar River. Eso no era todo: iba a ganar en el alargue mediante lo que en todos los potreros, canchitas de papy y plazas se llamó por años, y se sigue llamando, el que mete el gol gana y que en aquel torneo se llamaba muerte súbita y después, por cierto pasado nazi de esta denominación, pasó a llamarse gol de oro. Y ese gol iba a meterlo uno de los peores centrodelanteros de la historia millonaria: el Cuqui Silvani.
Pero nada de esto fue tan extraño como lo que pasó en las tribunas.
Como era de esperar las hinchadas alentaban a sus equipos bastante menos de lo que se insultaban y amenazaban mutuamente. En la tribuna visitante hubo una escaramuza, luego otra, algunas piedras volaron por el aire. La policía no dudó y entró, en cerrada formación, dispuesta a romper espaldas y cabezas. Los Borrachos del Tablón esperaron la embestida con los dientes apretados. Y cuando la gresca estallaba, empezó a escucharse desde la tribuna ocupada por La Doce un imposible grito de guerra, un aliento inequívoco que quizá jamás volverá a repetirse:
Y pegue, y pegue,
y pegue, River, pegue

Gritaba la hinchada de Boca mientras la policía se replegaba, vencida.

viernes, 10 de septiembre de 2010

POKER DE ASES de la novela negra argentina

De izquierda a derecha: Juan Sasturain, El Gordo Soriano, Ricardo Piglia y Juan Carlos Martini (la foto sigue a un lado y al otro: el recorte es de la tijera del autor de este blog)