Estaba pensando en uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos que era un poeta. Era un poeta con sus movimientos pero también con sus declaraciones: Maravilla Hagler.
Él decía: yo subo al ring y veo sangre, sea mía o la de mi adversario y me convierto en toro.
Entonces mientras leía Postales Rabiosas me preguntaba, ¿qué es lo que ve Kike que lo convierte en toro? ¿Qué ve para poder escribir esas cosas que son tan sintéticas pero tienen a la vez la contundencia de Maravilla Hagler?
Y Hagler tiene otra declaración muy linda: si a mí me parten la cabeza lo que van a sacar es un guante de boxeo, porque yo soy sólo eso: boxeo.
Pensaba que si a Kike le abren la cabeza le van a encontrar lo que él declara en su biografía: mucho Bukowski, mucho Paco Taibo, el Mompracem de Sandokán que escribió Salgari, vamos a encontrar a su Juana, a Sol, vamos a encontrar una remera negra de Motörhead y también algo de lo que decía ese loco, Lemmy, que en la vida hay una sola opción: ser quien sos o hacer lo que tenés que hacer.
Y cuando uno se sienta a escribir elige ser quien es uno. Y creo que eso es lo que Kike hace, lo que lo convierte en toro.
El premio que él ganó hoy* es muy importante, más allá de la teca que es muy importante también, porque es, junto con Postales Rabiosas y todo lo que hacemos lo que nos dedicamos a esto, como el axioma de una película de boxeo, Millon Dollar Baby, la de Clint Eastwood.
Esa película tiene una voz en off magnífica de Morgan Freeman. En un momento dado ellos aceptan entrenar a la protagonista. Entonces a medianoche ella se toma un Bondi, se va a la casa (dos horas de viaje), se va a acostar a las tres de la mañana, a las seis se tiene que levantar para ser mesera y después de vuelta a entrenar. Y el narrador dice: no existe la magia en el boxeo, la magia está en iniciar un sueño que sólo uno ve.
Yo no sé si el tema de escribir pasa por un sueño o no, pero pasa por hacer lo que sólo uno ve.
Y lo bueno es que lo podamos leer, que podamos compartir lo que sólo él ve, que ustedes lo puedan leer y ver con qué se transforma en toro.
Particularmente a mí la postal que más me gustó no es una de las de boxeo sino una de la serie desde la tribuna… Ah, porque me olvidaba, si le abren la cabeza a Kike es un almohadón de plumas, pero no por el almohadón, sino por River…
Pero, bueno, decía que la que más me gusta se llama Los inadaptados de siempre, donde hay otro tema: el enemigo de mi enemigo es mi amigo, que él lo capta bien y creo que no sólo por el arte de la guerra sino porque lo habrá visto en Alien versus Predator.
Nada más.
Leonardo Oyola
Buenos Aires, 16 de julio de 2010
* Premio Internacional de Relato Policiaco de la Semana Negra de Gijón
LOS INADAPTADOS DE SIEMPRE
Iba a ser un día histórico y rarísimo aquel partido de octubre del '92. En el marco de un torneo que nunca más se jugo y que terminó a duras penas, la Copa Centenario, se enfrentaban River y Boca, en el Chiquero. En una época dominada por los triunfos de la Mugre en los superclásicos aquel lo iba a ganar River. Eso no era todo: iba a ganar en el alargue mediante lo que en todos los potreros, canchitas de papy y plazas se llamó por años, y se sigue llamando, el que mete el gol gana y que en aquel torneo se llamaba muerte súbita y después, por cierto pasado nazi de esta denominación, pasó a llamarse gol de oro. Y ese gol iba a meterlo uno de los peores centrodelanteros de la historia millonaria: el Cuqui Silvani.
Pero nada de esto fue tan extraño como lo que pasó en las tribunas.
Como era de esperar las hinchadas alentaban a sus equipos bastante menos de lo que se insultaban y amenazaban mutuamente. En la tribuna visitante hubo una escaramuza, luego otra, algunas piedras volaron por el aire. La policía no dudó y entró, en cerrada formación, dispuesta a romper espaldas y cabezas. Los Borrachos del Tablón esperaron la embestida con los dientes apretados. Y cuando la gresca estallaba, empezó a escucharse desde la tribuna ocupada por La Doce un imposible grito de guerra, un aliento inequívoco que quizá jamás volverá a repetirse:
Y pegue, y pegue,
y pegue, River, pegue
Gritaba la hinchada de Boca mientras la policía se replegaba, vencida.
Muy buena la anecdota de River-Boca. Pero dos cositas: Fue en el ´94 y en cancha de Velez. Lo demas lo recuerdo como si fuera ayer.
ResponderEliminarTenés razóóóón!
ResponderEliminarNo lo puedo creer: lo tuve que ir a buscar a una revista vieja porque por más que hago memoria, en mi cabeza tengo grabado que fue en el chiquero, y sin embargo... Se me debe mezclar con algún otro partido. Quizá con el que nos ganaron con gol de Giunta por la libertadores 3 a 2. No sé. Pero nobleza obliga: éste, como el de ida de la liguilla del 89 -último partido de Passarella y bajo la lluvia- fue en Velez.
Salud!
Siempre digo que soy mas hincha de La 12 que de Boca, y eso viene de años, desde que empecé a ir a la cancha allá por 1987 y nunca más dejé de ir. Me acuerdo como si fuera hoy de ese día y soy uno de los que gritaron y "pegue River pegue" desde la popular de Boca. Incomparable. Ni bien terminó el bondi en la tribuna de las gayinas, salió el tradicional "River compadre la concha de tu madre". Cuento esta anécdota siempre que puedo y me alegra saber que alguien la rescató para que quede en la memoria... A los efectos de la estadística agrego: el partido fue en 1993 y en Velez (¿ese es el "chiquero" para los amargos de river?). Ese Copa Centenario la ganó Gimnasia de La Plata y el partido se jugó en enero de 1994, creo. Bueno saludos y ojalá alguien se tome el trabajo de rescatar este tipo de anécdotas para que quede claro que los "expertos en barras bravas", como el gil ese que escribió el libro de la 12, ese de Olé, muchas veces hablan giladas. Y te tiro un dato más, a vos Ferrari: José, y después el Rafa también, prohibían gritarle "Comegatos" a los de Ñuls y Central. Con el hambre no se jode.
ResponderEliminarPD: El otro partido no fue 3-2 con gol de giunta, fue 4-3 despues de ir perdiendo 3 a 0, de noche y con gol de marchesini incluido y latorre de tijera. jua jua. Avisá si te interesa juntar relatos para publicar algun librito...
Mi memoria es un colador, amigos. Gracias por corregirme. y lo bien que hacés, Amigo Anónimo, en ser màs hincha de la 12 que de Boca...
ResponderEliminarSalud!