
domingo, 16 de octubre de 2011
LA RABIA DE LA NUEVA TINTA NEGRA

martes, 11 de octubre de 2011
Las moscas empiezan a sobrevolar Buenos Aires

viernes, 7 de octubre de 2011
jueves, 6 de octubre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
CLASICOS INFANTILES OSCUROS Y DIGITALES
Sigueleyendo no para y se recrea: nuevo formarto, librería y ediciones digitales.lunes, 3 de octubre de 2011
UNA CERVEZA CON WERNICKE (suplemento cultural de La Capital, de Mar del Plata)
Fernando del Río me mandó este cuestionario que salió en el suplemento cultural del diario La Capital de Mar del Plata. Ocho preguntas buenísimas, obviamente pensadas por un lector fanático, que fueron como nota al pie en cada página del suplemento del domingo pasado. Lamentablemente la página de cultura del diario quedó varada en la semana anterior, así que desde acá mi agradecimiento a Fernando y las respuestas...2) ¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte?
Hay una secuencia en Factotum, creo, o Post Office, de Bukowski, en la cual vuelve borracho a su casa, abre la puerta y encuentra todo cambiado, más limpio, más arreglado y resulta ser que se metió en la casa del vecino de abajo, que la llave de su departamento abría esa puerta también. Bueno, hasta ahí, y con la diferencia que yo no volvía de algún trabajo imposible o un bar, sino de comprar más cerveza con un amigo todo igual. En la historia del bueno de Buk, se encuentra, en lugar de su pieza arruinada y sucia, con una minita adorable que le ofrece algo de tomar y le dice que el marido llegará mucho más tarde. Y sale despavorido.
Nosotros en cambio, donde se suponía que estuvieran nuestras novias, encontramos una familia cenando, que de pronto se congeló y se quedó mirando aterrada a los dos melenudos vestidos de negro, botellas en mano en medio de su living. Recuerdo que, pasado el primer momento de confusión, carcajeamos un poco, nos disculpamos y subimos el piso restante por la escalera.
7) Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Solo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los sacrificados y cuáles los salvados?
¿Tres? ¿En serio, tres? ¿Qué clase de perversión es esta?
Bueno, a ver.
Salvados: Arcángeles, del capitán Paco Taibo II, porque me lo dedicó una mañana de 2006. Historia de la revolución rusa, de Trotski, porque -además de ser una muestra viva de literatura, política, historia y pasión- una de las versiones que tengo, la que salvaría (aunque le falten siete capítulos), es de 1931, editorial Cénit, traducida directamente del ruso por Andreu Nin, dirigente del POUM: un incunable. Y Los Tigres de Mompracem, de Salgari, una edición hermosa de tapas duras que me regaló mi viejo cuando yo tenía ocho años. Esto es lo que nos separa de los monos, me dijo. Y me cambió la vida.
Para alimentar el hongo: El secuestro de miss Blandish, el plagio de Faulkner hecho por Chase; La marroquinería política, de Asís, un regalo más bien incomprensible que me hicieron; 1280 almas, de Thompson, porque lo tengo repetido varias veces y para darle algo de buen alimento al pobre hongo.



