La historia es: los españoles desahuciados encontraron un método que acá conocemos de sobra: el escrache. Escrachan las casas de los políticos responsables de sus miserias, de su quedar en la calle. La histórica consigna de HIJOS: si no hay justicia, hay escrache.
Fernando Savater y Rosa Diez, zurditos de salón y copetín, dicen que esta modalidad le recuerda a las amenazas de ETA.
Cristina Fallarás, (quien acaba de publicara "A la puta calle", un relato de su propio desahucio) les responde con una carta abierta.
El Mundo la publica. Pero luego la saca de la red.
Entonces, claro, la Colorada Fallarás la recupera y acá está: lo que dicen a estos izquierdistas de cóctel y boleto de primera; y también lo que responde CF y El Mundo se arrepiente de publicar
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